Turismo por la vía verde de la Subbética

O "De cómo empezar en una vieja estación de tren reformada, una hora después ver parir a una cabra, y en tres horas haber atravesado el parque natural de la Subbética".

Hemos empezado en el bar Nicol's, situado en lo que antaño fue la estación de ferrocarril de Luque. El bar está regentado por el señor Nicolás, un hombrecillo muy afable que ha podido probar la bici eléctrica que llevábamos. Le ha encantado. Piensa que ahí en la vía verde pueden tener mucho tirón, ya que la gente le demanda productos nuevos y de calidad, y mucha gente no quiere cansarse para ver el paisaje. Después de comprarle unos fantásticos dulcecitos de chocolate (aunque por lo que tiene la fama este bar es por las tostadas que ponen), hemos arrancado.

La primera parte del recorrido, hasta llegar a Zuheros, es quizá la más dura, ya que aunque la pendiente no es grande, sí que va todo el tiempo el camino picando hacia arriba. Se pasa por grandes extensiones de olivos (no en vano es la mayor zona de olivar del mundo). Aquí pudimos avistar a 7 u 8 buitres que volaban alrededor de la peña en la que está construido el pueblo de Zuheros.

El paso de la vía verde por el pueblo de Zuheros es quizás el punto más bello del recorrido, ya que el pueblo queda arriba, con su imponente castillo dominando la peña, debajo suya el pueblo blanco derramándose en la falda, y abajo del todo la vía verde que además pasa por un puente. .En este punto es donde hemos podido asistir al hecho insólito de la jornada: el nacimiento de dos cabritillos que ha dado a luz una cabra que había en el borde del camino. Ha sido un momento bastante mágico para nosotros, ciclistas urbanos

Después el camino sigue hacia Cabra, pasando por Doña Mencía, donde hay otro bar bastante curioso justo en la vía donde nos han dicho que también se come muy bien. Como ya llevábamos prisa por coger el autobús de vuelta, no hemos podido comprobarlo (pero ya lo haremos la próxima vez). Un poquito antes de este bar, han abierto una oficina de turismo de Zuheros en una vieja caseta de ferroviario. Han remodelado esta caseta por dentro y por fuera, y la verdad es que nos ha gustado mucho que haya un punto de información justo ahí. Dentro trabaja Aurora Tapia, una simpática técnico de turismo que nos ha dado información sobre la vía verde y mapas. Nos ha dicho que hace poco que han abierto y que todavía no la conoce mucha gente, pero supongo que será cuestión de tiempo.

También nos ha dicho (y hemos podido comprobarlo con pena al llegar a Cabra) que el centro de interpretación del Tren del Aceite que estaba en esta localidad y que era un museo sobre este tren y un lugar de interpretación de la vía verde, ha cerrado sus puertas (parece que definitivamente) hace pocas semanas. Intentaré enterarme de las razones, y veremos si se puede presionar para que vuelva a abrir. Era un punto importante dentro de esta vía verde.

Por último, el camino nos conduce a Lucena, aunque por unos carriles no tan paisajísticos. De hecho, la vía verde en Lucena pasa al lado de los polígonos industriales. Aquí hemos decidido parar, irnos a comer, y volver a Córdoba en autobús.


Hemos probado en el recorrido cómo responde la bicicleta eléctrica Ecobike Light 20. Es una bicicleta plegable con batería de litio, que pesa 19 kilos, bastante poco para lo que suelen pesar las bicis eléctricas. Es fantástica, nos hemos quedado encantados. Yo la llevaba pensando que no se podría usar con efectividad en este tipo de terrenos, pero estaba equivocado. Me parece una buena manera de poder disfrutar de esos paisajes espléndidos sin tener que hacer un esfuerzo grande. El problema de llevar una plegable con batería de 24 voltios es que la autonomía es más pequeña, y al final del camino he tenido que renunciar a usar la batería. Pero incluso así, me parece una bicicleta cómoda y útil. La próxima vez probaré con una bicicleta con más autonomía.